lunes, 26 de agosto de 2013

No a la Ley Monsanto

Los trangéniccos son organismos modificados genéticamente, a los cuales mediante técnicas se les introduce genes de otra
 especies.
Lo podríamos llamar "Revolución Genética" en la agricultura. 
La expansión de siembras transgénicas provocará contaminación genética de otros cultivos y stocks de semillas.  
Monsanto, la principal beneficiada con el proyecto oficial sobre transgénicos. Es una empresa monopólica que concentra las mayores ventas de semillas transgénicas y que fomenta la contaminación genética.  Monsanto se caracteriza también por imponer contratos de producción abusivos y por perseguir judicialmente por producción ilegal de cultivos transgénicos a cientos de agricultores que han  resultado injustamente contaminados. 

La expansión de los cultivos transgénicos en otros países a dado como resultado:


• pérdida de empleos en el sector agrícola y la expansión de la pobreza rural, 
• pérdida de biodiversidad y variedades locales 
• destrucción de la forma de vida de las familias campesinas, y el consiguiente abandono del campo. 
• pérdida de soberanía alimentaria 
• recrudecimiento de las intoxicaciones agudas y crónicas por exposición a plaguicida 
• muerte de niños y adultos avecindados en áreas vecinas a plantaciones de transgénicos fumigadas con plaguicidas 
• aumento significativo de malformaciones congénitas en bebés que nacen en familias sistemáticamente expuestas a estas fumigaciones aéreas con plaguicidas tóxicos. 

Al consumir productos transgénicos incrementamos a nuestro cuerpo  proteínas alteradas y sustancias nuevas para el ser humano, cuyos efectos serán a largo plazo.
Actualmente en Chile no existen evaluaciones para los alimentos transgénicos importados y distribuidos en el país o para los ingredientes usados en su elaboración. 

La agricultura transgénica, presentada como un avance es una trampa que: 


 Consolida aún más el control de las transnacionales como Monsanto, Syngenta, Bayer, Dupont/Pioneer, Dow sobre el sistema agroalimentario y socava la soberanía alimentaria. 
 Agudiza la crisis ambiental generando pérdida de nutrientes del suelo, erosión, deforestación, potencial desertificación y la desaparición de especies nativas afectando la biodiversidad. 
 Contamina genéticamente otros cultivos- convencionales y orgánicos- en forma irreversible e imposible de controlar. Se pierden para siempre cultivos tradicionales libres de transgénicos, junto con la opción y el derecho a consumir alimentos no transgénicos. 
 Genera pérdida de recursos fitogenéticos por la introducción y el uso de variedades modernas y uniformes en lugar de las variedades tradicionales, nativas o locales. Se trata de pérdida entre población de una misma especie (erosión genética). 
 Introduce nuevos riesgos para el ambiente y para la salud. 
 Aumenta el desempleo debido a que es altamente mecanizada y expulsa a trabajadores y pequeños y medianos agricultores de sus tierras. 
 Incluye la introducción de los farmocultivos, o cultivos que producen drogas. Si tales cultivos llegan a introducirse en el país, no sólo contaminarán genéticamente a los cultivos parientes y la cadena de consumo humano sino que además arruinarán la producción de alimentos y las exportaciones agrícolas chilenas. 


¿Por qué quitar el derecho a los campesinos de preservar, multiplicar e intercambiar semillas de manera libre?



¿Crees que los cultivos transgénicos son necesarios para la agricultura y para nuestra alimentación?




Fotografías 
17 de Agosto de  2013  
Marcha no a la Ley Monsanto 

















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